El niño se puso el Snorkel y comenzó a mirar a todos lados. Supo que la realidad podría alterarse con pequeñas cosas. Nunca había notado ese extraño chiflido en su respiración ni el extraño color que podía tomar la arena hasta ese momento .
Comenzaba a ser un poco incómodo respirar y mirar a través de un plástico transparente y pensó en los otros. En los que debían usar uno de esos pero todos los días, en los que el chiflido de su respiración ya era carrasposo y cortante, en el polvo que quedaba impregnado en el lente y entraba en los pulmones. Pensó en esas máscaras que cambiaban la cara de los niños y supo que también la realidad podría alterarse con grandes cosas.
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